Acostumbrados, como desgraciadamente estamos, a dar por sentada la escasa honorabilidad de los políticos y a poner constantemente en duda la honradez de quienes tienen entre sus manos el destino de los fondos y proyectos públicos, bucear en la trayectoria personal y política de Antonio Romero Jiménez supone, desde luego, un consuelo y un baño de esperanza para el alma.Sin lugar a dudas Antonio Romero Jiménez, Romerito, debe ocupar uno de los más elevados escalafones en cuanto a su consideración, si no como el mejor, sí como uno de los grandes alcaldes de los casi cincuenta que han titulado Puente Genil a lo largo del siglo XX.
Publicado en La Voz 10 abril 1921 |
Desde
muy joven, imbuido de claras ideas socialistas, aparece comprometido en una
lucha activa a favor de los más desfavorecidos, basándose en un socialismo
moderado pero firme, alejado de las agresiones políticas, verbales e incluso
físicas, tan frecuentes en las primeras décadas del Puente Genil de siglo XX.
Un siglo, un comienzo de siglo plagado de tensiones, cambios de regímenes, de
sistemas de gobierno, alternancias, disputas entre facciones de los mismos
partidos, luchas de poder, indefiniciones e intransigencias. En ese marco, muchas
veces de intolerancia y extremismos, surge en Puente Genil la figura de Antonio
Romero Jiménez, un hombre con la capacidad de defender los intereses de los más
débiles y, al mismo tiempo, gozar de la
consideración de los mayores contribuyentes, industriales y propietarios de su
tiempo: Miguel Chacón Castuera, Enrique Reina Morales, Francisco García-Hidalgo
Morales, Federico Reina del Pino, Rafael Moyano Cordón, Manuel Parejo Delgado…
En
1901 participa ya en la creación en su pueblo natal del Comité Liberal Dinástico,
presidido honoríficamente por Práxedes Mateo Sagasta y el Marqués de la Vega de
Armijo, Antonio Aguilar y Correa, y presidido en la práctica por Antonio Noguer
Parejo. Antonio Romero formará parte del dicho Comité en unión de Quinidio
Melero Marañas (vicepresidente), Alfredo Borrego Melgar (secretario), los
médicos Pascual Crespo Morales y Miguel Muñoz Muñoz, los propietarios Manuel
Molina Borrego, Manuel García Ruiz, Francisco Gómez Morales y Antonio Delgado
Gálvez. Poco después, en 1905, ya es teniente de alcalde junto con Pedro Ariza
Estrada y Manuel María Melgar (uno de los más generosos pontanenses que ha dado
la historia) en un Ayuntamiento presidido por Juan Delgado Bruzón y del que,
entre otros y a modo de curiosidad, también formaba parte Baldomero Giménez
Luque, años después director de El Aviso
y en aquel entonces impresor.
Concepción Romero Jiménez, hermana de Romerito |
Rótulo cerámico antigua Plaza General Sanjurjo, hoy Plaza Nacional |
Paseo del Romeral, febrero 1924 |
Fotografía aparecida en La Voz, 2 de junio 1920 |
Organizó
una función benéfica a beneficio del aguinaldo del soldado en la que participó
Manuel Rey Cabello (para más información sobre este autor y esta función pinchar sobre el enlace http://pontanosilustres.blogspot.com.es/2015/10/manuel-rey-cabello-poeta-comercial.html),
inició las gestiones para la adquisición de un local al que, por su estado
ruinoso, trasladar las dependencias del Ayuntamiento. Para dar una idea del
estado del edificio no tenemos más que leer el bando publicado a comienzos de
1921 en el que se lee:
“Don Antonio Romero Jiménez, alcalde presidente del ilustre Ayuntamiento de esta villa, Hago saber: que dicha corporación en sesión celebrada el día de ayer y en vista del estado ruinoso en que se encuentra la casa Ayuntamiento, ha acordado que los actos de clasificación y declaración de soldados y revisión de años anteriores, se celebren en los locales que en el ex convento de San Francisco ocupan las escuelas nacionales, a fin de evitar las desgracias que pudieran sobrevenir por acumulación de muchas personas en aquella. Lo que hace público para conocimiento de los interesados y vecindario en general. Puente Genil 27 de febrero de 1921. Firmado, A. Romero”.
Lejos
de aceptar el estado de las cosas, en el mes de abril, Romero ya había
encargado a un arquitecto los planos y estimación del presupuesto de
reedificación del edificio y tomado en arrendamiento la casa de la calle
Godínez conocida como el Jardinito, a
donde trasladó las oficinas y dependencias municipales.
La realización de infraestructuras y obras públicas, al igual que hoy, era un instrumento utilizado por los Ayuntamientos para paliar el desempleo, por lo que el adoquinado y acerado de calles era una actividad frecuente. En abril de 1921 ya se encontraban muy adelantados los trabajos de adoquinado de la calle Cánovas (hoy Alcaide), terminado el cual comenzarían las mismas labores en la calle Borrego. Después le tocaría el turno a la cuesta Baena, el adoquinado que faltaba en la calle Don Gonzalo hasta el Paseo y el de la calle Lemoniez hasta la esquina de Delgado; el acerado de la calle Susana Benítez, la colocación de la nueva tubería para mejor encañar las aguas desde Fuente Álamo…
Todos
los desvelos, la honestidad y popularidad de Antonio Romero fueron parcialmente
agradecidos por sus amigos, quienes al cumplirse el primer aniversario de su
toma de posesión de la alcaldía le agasajaron con un banquete íntimo en “La
Cachimba” al que asistieron Pascual Crespo Morales, Francisco Chacón, Pascual
Bracho García-Hidalgo, José Marta López Quintero Manuel García-Hidalgo
Villanueva, Carlos Melgar, Manuel Quintero, el Conde de Casa Padilla (enlace),
Manuel López Quintero, Alberto Álvarez de Sotomayor, Rafael Rivas Morales y
Rafael Moyano Cordón. La prensa, al conocer la celebración de dicho agasajo,
estimó absolutamente “necesaria la celebración en su honor de un banquete
monstruo, de carácter popular, que podría celebrase en el paseo fundado por él,
que el pueblo ha bautizado dándole su nombre de Paseo del Romeral”.
Gracias
a sus gestiones se consiguió instalar una nueva sala de operaciones en el
Hospital, se introdujeron notables mejoras en la Escuela de Artes y Oficios, se
procuró la higienización de la ciudad mediante la utilización de nuevas
conducciones de aguas y se establecieron nuevas fuentes y abrevaderos. Por todo
lo cual el periodista de La Voz (10 de abril de 1921) exclama:
“…creemos nuestro deber no regatear nuestros elogios a don Antonio Romero Jiménez, a quien, en definitiva, basta con el elogio que su pueblo le tributa a diario con el acatamiento incondicional de sus decretos y con la colaboración que presta a su meritoria labor ¡Ojalá todos los pueblos de España tuviesen al frente de sus municipios hombres de la contextura de este alcalde de Puente Genil! Muy otra sería la vida española, y muy otras las preocupaciones de los directores de la nación”.
Considero
que el mérito del alcalde Romero y la aceptación e identificación del pueblo
hacia su labor y persona, radican en que supo, y quiso, renunciar a la política
con minúsculas, a la política de partidos, a las artimañas y encrucijadas,
consagrándose las veinticuatro horas del día a procurar el bienestar y el
desarrollo de sus vecinos.
Elaboró
unas nuevas ordenanzas municipales que repartió casa por casa entre todos sus
vecinos, compuestas por ciento veinticinco artículos distribuidos en veintidós
capítulos, con medidas sobre la seguridad y la comodidad de los ciudadanos, así
como para el embellecimiento, aseo y policía de la población, pero con especial
incidencia en la higiene y sanidad públicas. Prohíbe incluso el tránsito de perros
sin bozal por las calles, caminos y vías públicas. Coincidiendo con un nuevo
éxito de los aceites de Puente Genil, logrando siete de los quince premios en
la Exposición Regional de Aceites celebrada en Córdoba, recomienda el alcalde a
dueños y arrendatarios de fábricas aceiteras, que procedan a la limpieza de las
alpechineras. Los premios logrados aquel año correspondieron a las muestras
“Jesús Nazareno” de Isabel de Ariza Estrada (1er. Premio), “Juanito”
de Felipe López Rivas (2º Premio), “José”
de Manuel Vergara (3er. Premio), “Francisquito” de Manuel
Gómez Perales (4º Premio), “Traba” de Manuel Parejo Delgado (9º Premio),
“Elena” de Juan Delgado Bruzón (11º Premio), “San Tarsicio” de Joaquín Reina
Baena (12º Premio) además de las menciones honoríficas por las muestras “Carlos”
de Jesús Cisneros Rull, “Nadie te quiere” de Enrique Reina Pino, “Juanito 2º”
de José Montero Berral, “Consuelo” de José Morales Carvajal y “Julia” de Manuel
Berral.
Desastre de Annual, foto ABC |
La
historiografía nacional conoce como DESASTRE DE ANNUAL la derrota sufrida por
las tropas españolas ante los rifeños comandados por Abd el-Krim (antiguo funcionario
de la administración española) el 22 de julio de 1921 cerca de la localidad
marroquí de Annual. El expediente Picasso
cifra las bajas en 13.363 (10.973 españoles y 2.390 indígenas) frente a solo
1.000 rifeños. Consecuencia de ello, una crisis política inimaginable que
desemboca en un gobierno de concentración nacional presidido por Antonio Maura
(que cayó en marzo de 1922), tras él, los gobiernos de Sánchez Guerra y García
Prieto y, finalmente, el Golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923 del general
Miguel Primo de Rivera. En aquellos primeros momentos tras la Batalla de
Annual, contingentes de soldados eran trasladados hasta Málaga para embarcar
hacia Melilla. A su paso por las distintas estaciones de ferrocarril, aquellas
tropas únicamente eran saludadas por alguna familia que salía a despedir a
algún pariente… hasta pasar por la estación de Puente Genil, donde el alcalde
Antonio Romero recibía a las fuerzas expedicionarias en la propia estación
saludando y ofreciéndose a los jefes. En varias ocasiones, la prensa recoge
cómo el alcalde pasaba en la estación horas y horas, días enteros sin dormir y
sin comer (pensemos en los retrasos de aquellos viejos trenes de aquella vieja
España), solamente porque tenía noticias del paso de algún tren, aún cuando
esas noticias no fueran oficiales. Allí quedaba Romero en espera de algún contingente
con parada prevista en Puente Genil, para atender e invitar a oficiales y tropa
a algún refrigerio durante su parada en la villa.
Desastre de Annual, foto ABC |
En
noviembre de aquel nefasto 1921 la prensa cordobesa solicita a los poderes
públicos (adhiriéndose inmediatamente la Comisión Provincial) le sea concedida
la Cruz del Mérito Militar al alcalde Antonio Romero Jiménez, por sus desvelos
en agasajar a cuantas tropas pasaban por Puente Genil con destino a África. No
paró ahí la cosa: en diciembre de 1921, el mismo alcalde Romero organiza un
viaje a Melilla, del que regresa a comienzos de 1922, a donde se traslada junto
al diputado provincial Eugenio Ruiz Gálvez , únicamente para saludar y animar al
medio centenar de hijos de Puente Genil destinados en aquellas tierras y
hacerles entrega de importantes donativos. Los pontanenses destinados en
África, obsequiados por los regalos de sus paisanos, enviaron una carta de agradecimiento
al pueblo de Puente Genil, que fue publicada en el periódico local El Aviso, y redactada en los siguientes
términos:
"En cumplimiento del encargo que nos dieron todos aquellos soldados hijos de Puente Genil que nos reunimos en Melilla, para recoger los encargos que por una comisión presidida por el alcalde don Antonio Romero nos ha mandado nuestro pueblo amado, tomamos hoy la pluma, con sumo gusto, para desde estos campos africanos, mandarle nuestro más sincero agradecimiento a cuantos paisanos llegaron a hacer el más leve sacrificio para enviarnos alguna cosa con que pasar unos momentos de satisfacción y alegría; aquí lejos de nuestras familias, y donde muy pocas veces hay ocasión de distraerse unos instantes.También para gran orgullo de todos, decimos a nuestro pueblo; que los donativos que se han dignado mandarnos hasta ahora, son los mejores y de más valía de cuantos han venido de España para este ejército, como también lo que ha alcanzado nuestra comisión para nosotros del Comandante general de esta plaza, no lo ha alcanzado, hasta aquí, ninguna de las comisiones que han venido. ¿Dar en las actuales circunstancias permiso a un soldado, que se halla cerca de cuarenta kilómetros, para que vaya a Melilla? es difícil. Pues bien; esto lo ha conseguido para más de cincuenta soldados que estamos aquí de Puente Genil nuestra comisión. También, para conocimiento de todos decimos, que nuestro paisano don Francisco Morales, nos obsequió a todos en el lujoso Restaurante del Príncipe, con un espléndido banquete que ya el periódico que se publica en esta plaza, elogió, y al que nosotros todos le agradecemos infinitamente.
Para terminar, desde estos tristes campamentos damos todos un fervoroso viva a nuestra comisión y a todo nuestro pueblo, por el buen comportamiento para con nosotros.
Firmado: J Deza y A. Morales, por Borbón.- M. Rivas y J. Luna, por –Sevilla.- J. Cabezas, por Lusitania.- R. Lanzas y J. Cornejo, por la Corona.- M. Lavado y J. Luque, por Garellano.- R. Estrada, por la Reina.- A. Beltrán, por Melilla.. R. Gil y J. Hidalgo, por la Artillería. Monte Arruit”.
Paso de tropas por la Estación de Puente Genil con destino África |
Tras
la revolución bolchevique de 1917, se inicia en Rusia un tiempo de hambruna, de
horror y miseria, por lo que el periódico El
Sol hizo un llamamiento en 1922 a la población española para que, por medio
de suscripciones, se recaudase el mayor número de recursos con los que poder
aliviar aquella espantosa situación. Desde Puente Genil, otra vez Romero,
siempre Romero, secundando aquella iniciativa del rotativo madrileño organizó
un festival con el propósito de engrosar la suscripción del periódico,
reuniendo en el Teatro Circo cuantos elementos necesitaba para celebrar una
función con un lleno completo y un éxito definitivo. Tomó parte en el festival
el dueto “Los Bery-Frey”, se exhibieron películas y se recitaron poesías
alusivas al acto, siendo dirigida la orquesta por Blas, el popular maestro del
Cine Ramírez. A esta función asistió Gabriel Morón Díaz tras salir indultado de
la cárcel de Córdoba en la que se encontraba. Romerito mantuvo una relación
magnífica durante muchos años con Gabriel Morón Díaz (1896-1973), uno de los
más significados y activos socialistas pontanenses, que no solo fue alcalde de
Puente Genil sino Diputado en Cortes
Gabriel Morón Díaz |
En
marzo de 1922, un mes antes de ser reelegido alcalde por mayoría absoluta de
votos recibió Antonio Romero un telegrama de Madrid, comunicándole la concesión
de la Gran Cruz del Mérito Militar. Con motivo de ello sus amigos abrieron una
suscripción popular para regalarle la insignia. Un detalle que nos habla de la
personalidad y compromiso de Romerito: el acto de imposición de la medalla
debía haberse verificado en el Teatro Circo, pero se suspendió a petición del
interesado quien, agradeciendo los buenos deseos de la Comisión organizadora y
declarando sentirse honrado por tantos desvelos, suplicó que se desistiera de
tal propósito, haciendo entrega a partes iguales a las Hermanitas de los
Desamparados y a las del Hospital del remanente para soportar los gastos
previstos.
Tras
su reelección, además de conseguir una nueva bajada del pan hasta los 44
céntimos el kilo, instaló en la explanada del Molino del Marqués y abrió al
servicio público una fuente abrevadero con dos caños, uno de agua potable y
otro de agua del río para ganados y usos domésticos y construyó la “Carretera
de Las Pitas”, actual camino de la Ribera Baja y que, partiendo de del callejón
bajo conducía a la huerta de La Barca.
En
julio de 1922, coincidente con el día de Santiago, tiene lugar la inauguración
oficial de la Cruz Roja de Puente Genil, de la que Romero es nombrado
Presidente Honorario, y participa en el desfile militar, en calidad de oficial
de complemento agregado al Regimiento de Sagunto, desde la Iglesia de la
Asunción del ex convento franciscano hasta el domicilio de la Asociación (para saber más, pinchar http://archivospontanos.blogspot.com.es/2011/05/maniobras-de-la-cruz-roja.html).
Cruz Roja en Puente Genil |
A
raíz del Golpe de Estado de Primo de Rivera y la consecuente renovación de
todos los Ayuntamientos de España, Romero deja la alcaldía el 13 de septiembre
de 1923.
Industria y Comercio 1923 |
Al
margen de la política la vida sigue sus pasos, su hija Conchita contrae
matrimonio en junio de 1926 con Fernando Estrada García-Hidalgo, legendario
Capitán del Imperio Romano de Puente Genil.
Mariano Reina Montilla (autor Modesto Montilla) -Archivo Familia Reina- |
“Un deber de antigua amistad me impulsa a decir algunas palabras mal expresadas, pues no soy orador, pero inspiradas en la mayor sinceridad. Felicito públicamente a don Antonio Romero por su nombramiento de Alcalde y aun cuando no milito en su partido ni espero nada de esta situación, tengo que reconocer por ser de justicia que el Sr. Romero, en su etapa anterior dejó gratos recuerdos por sus dotes de mando, manteniendo el principio de autoridad a gran altura y realizando grandes mejoras urbanas que están en la memoria de todos, y aun cuando su administración municipal fue discutida y se le formaron varios expedientes, de todos ellos salió triunfante”.
A
lo que el nuevo alcalde, tras agradecer las palabras de Reina, declaró :
“Vengo, a los seis años y medio, a volver a ocupar la presidencia del Municipio no siendo mi ánimo perseguir a nadie ni atropellar a ningún ciudadano; todo lo contrario, pues vengo dispuesto a continuar la obra emprendida de paz, equidad y justicia, pero justicia a todos. Al mismo tiempo, encontrarán en esta Alcaldía amparo en todos sus derechos, y muy principalmente la clase pobre, que por su condición ha sido la menos atendida”.
Antonio Romero en fotografía de El Aviso Portada 7 de mayo de 1930 |
En
1933 se funda el Consejo provincial del Partido Republicano Progresista de
Córdoba, de Niceto Alcalá Zamora, constituido por los presidentes de los
Comités locales de los pueblos de la provincia y, además, por hombres de
prestigio entre los que encontramos a Antonio Romero y que meses más tarde será
elegido Presidente del Comité de Puente Genil y a quien acompañara Antonio
Molina Ligero (vicepresidente), Francisco Ureña Esteban (secretario), Francisco
Ortega Reina (vicesecretario), Leopoldo Ruiz Gálvez (tesorero) y, como vocales,
José Rey Luque, Gregorio Cabello Cosano, Joaquín Lamela Werhger, Antonio
Sánchez Navas y Rafael Gil Chacón
Repite
experiencia el 8 de enero de 1936, tomando posesión del sillón presidencial de
la Corporación municipal, esta vez al frente de la Comisión Gestora designada
el día anterior por el gobernador civil de Córdoba, Antonio Cardero Veloso. Le
acompañaban en esta nueva aventura Antonio Molina Ligero y Luis Gálvez de la
Cámara (tenientes de alcalde), Desiderio Martínez Carrascosa (síndico), Manuel
Gálvez Navarro, Miguel Chacón Castuera, Francisco Illanes Calzado, Rafael
Porras Gálvez y Bernardino Solano Pérez. No obstante, las presiones de la
derecha contra Romero, obligaron al gobernador civil a destituir a todos los
integrantes de la Comisión Gestora, excepto a Bernardino Solano quien, sin
embargo, no acudiría ni a la toma de posesión de la nueva Gestora, ni a la única
sesión celebrada el 13 de febrero, antes de su cese el día 20 de aquel
mes (las elecciones se celebraron el 16 de febrero). Esa nueva gestora estaría
presidida por Manuel Vergara García-Hidalgo, Valentín Valeriano Gil Rey, Rafael
del Pino García Hidalgo y Juan Jiménez Velasco (tenientes de alcalde),
Francisco Chacón Yerón y José Fernández Morales (síndicos), casi todos ellos
pertenecientes a la CEDA. Manuel Vergara llevaba entre sus proyectos la
construcción de los caminos vecinales de Cordobilla y Sotogordo, y de los
grupos escolares del pueblo y de las Riberas, el agua para Sotogordo y la
instalación de un teléfono en las escuelas de cada Ribera.
El
18 de julio de 1936 se produce el levantamiento militar que arrastra a España a
una Guerra Civil, a la ruina, al hambre, al odio y a la desesperanza. Antonio
Romero Jiménez, alcalde de su pueblo en tres ocasiones, hombre querido y
respetado, capitán honorario de la Legión (en algunas fuentes hemos leído
comandante honorario), íntimo amigo de Queipo de Llano (a quien acogió en su
casa cuando el movimiento de diciembre de 1930) y amigo también de otros
militares africanistas, incluidos Millán Astray (el General Valenzuela, que lo
sustituyó, le trajo un capote con el escudo de la villa bordado) y el propio
Franco, por haber permanecido fiel a la República, sus antiguos amigos
decidieron aplicar el más duro de los castigos, convertirlo en víctima ejemplarizante,
siendo así el único ajusticiado por garrote vil en la provincia de Córdoba. La
pena se ejecutó, tras Consejo de Guerra, en Puente Genil el 24 de octubre de
1939
Nota:
Gracias de nuevo al General de
División D. José Carlos de la Fuente Chacón, Director del Instituto de Historia
y Cultura Militar, y al Coronel D. Diego Quirós Montero, director del Archivo
General Militar de Segovia, indagamos sobre la hoja de servicios, el expediente
militar de Antonio Romero. Al no hallarse entre los archivos del Segovia y
habiendo sido oficial de complemento y comandante (o capitán) honorario del
Tercio, era posible que su expediente se encontrase en la Brigada de Infantería
Ligera “Rey Alfonso XIII” (La Legión), localizada en Viator (Almería), con
quien contactamos a tales efectos. Sin embargo, ni en Viator ni en el resto de
los Tercios de la Legión se encontró el expediente de Romerito.
Fuentes
consultadas:
- QUIROSA CHEYROUZE Y MUÑOZ, RAFAEL. Gabriel Morón Díaz (1896-1973). Trayectoria política de un socialista español.
- LUQUE ESTRADA, FRANCISCO. Puente Genil, 82 años de historia. 1900-1982.
- Diario de Córdoba 1901, 1921, 1922, 1923, 1933
- Defensor de Córdoba 1904 a 1906, 1920
- Panorama 1907
- El Aviso 1911, 1913, 1917, 1919, 1920, 1922, 1930
- La Voz 1921, 1922, 1926, 1930, 1931, 1936
- El Progreso 1921
- El Sol 1922
- La Acción 1923
- Industria y Comercio 1923
- Política 1930
- Anuario regional descriptivo, informativo y selección de la industria, comercio, agricultura, profesiones, arte y turismo de la región de Andalucía y Norte español de África, 1932
- Ágora 1936
- Guión 1936
- Milicia Popular 1936
- La Hoja del Lunes 1936
- La Libertad 1936
- Azul 1939
Extraordinario Blog. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias por el reconocimiento de la biografía de mi bisabuelo. Sin duda todo un gran personaje. Dio su vida por las personas más necesitadas de Puente Genil. Mi madre me contaba que más de una vez lo vio llegar a casa descalzo porque le había dado los zapatos a alguien que los necesitaba. Para mi ha sido y sigue siendo ejemplo de autenticidad y de humanidad. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarGracias por la biografía de mi bisabuelo. Sin duda todo un personaje para Puente Genil. Ejemplo de honradez y dedicación hacia los demás. Mi madre me contaba cómo lo vio llegar descalzo porque le había dado los zapatos a alguien que los necesitaba.
ResponderEliminarMe siento orgulloso de llevar su sangre. Ha sido y será para mi un ejemplo de autenticidad y humanidad.
Gracias de nuevo
Su abuelo fue un ejemplo extraordinario, comparto con usted la apreciación. Ha sido un placer conocerlo.
EliminarSaludos
Mi madre contaba que ricos y pobres intercedieron infructuosamene por él ante los militares, que durante los primeros días del alzamiento no fueron pocos los propietarios a los que protegió frente al ensañamiento y lo
ResponderEliminarexcesos sangrientos del pueblo.
Quizás no podamos asegurar que sea el mejor alcalde que haya tenido Puente Genil, porque no es la misma situación, ni es la misma sociedad, la de 1920, 1930 o 1970. Pero es, sin duda, uno de los más grandes alcaldes con los que ha contado nuestra villa.
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