Detalle de la obra Calvario con fraile carmelita, donde se reconoce al autor |
En el siglo se llamó Juan de
Guzmán y fue nacido en Puente Genil, concretamente en el barrio de Miragenil, a
comienzos del siglo XVII. En sus Apuntes
Históricos… Agustín Pérez de Siles y Antonio Aguilar y Cano llevaron a cabo
un exhaustivo trabajo de investigación para aclarar los orígenes de Juan de
Guzmán —para la religión Fray Juan del Santísimo Sacramento—.
Tradicionalmente
se ha dado por bueno el origen pontanés de Fray Juan ya que así fue recogido por su biógrafo Antonio Palomino, quien afirmaba haberlo conocido y tratado personalmente:
«Yo le visité, y le vi pintar diferentes veces el tiempo que estuvo en Córdoba: y era de muy apacible trato en aquella edad mayor, y de muy excelente manejo, y buen gusto en los colores».
Siendo, pues, coetáneo de nuestro protagonista y habiéndolo conocido y tratado
personalmente, la fuente adquiere credibilidad plena. Realmente
Palomino sitúa su nacimiento «en la villa de la Puente de Don Gonzalo» y aunque no la fija, sí nos señala su nacimiento al hablarnos del óbito del pontanés «por el año de mil seiscientos y
ochenta, y á los sesenta y nueve de edad». Cean Bermúdez da por buena la
información de Palomino, recogiendo en su obra “Diccionario Histórico de los más
ilustres profesores de las Bellas Artes en España” su nacimiento en 1611.
Retrato de Antonio Palomino, por Juan Bautista Simó |
A veces, sin embargo, la explicación más
sencilla es la más plausible: y es que Juan de Guzmán fue nacido en el barrio, en el
lugar de Miragenil, perteneciente entonces en lo eclesiástico a Estepa
(Sevilla), motivo por el cual fue bautizado en la Parroquia de San Sebastián de aquella ciudad. La partida de bautismo existente en el libro 6º, folio II del
archivo parroquial consigna lo siguiente:
“Juan H. de sebastián de guzmán.===En ocho de julio de mil y seiscientos y un años baptizé io francisco paez Cura á Joan hijo de bastián de guzmán y de maría gomez su mujer fueron padrinos Joan de velgara y doña Beatriz de las Cuevas su mujer.=Francisco Paez.=".
Por lo tanto, el año del
nacimiento de Fray Juan tradicionalmente tenido por bueno, el de 1611, debemos
revisarlo a los primeros días de julio de 1601, siendo sus padres Sebastián de
Guzmán y María Gómez.
Juan de Guzmán debió crecer sano y fuerte, pues nada leemos en los datos consultados que indique lo contrario, por los campos de aquella Puente de Don Gonzalo, aficionándose pronto a la pintura y aprendiendo de un pariente suyo lucentino llamado Bernabé Ximénez de Illescas, quien contó también como discípulo con Leonardo Antonio de Castro, quien también trabajó por tierras pontanensas.
Desoyendo las indicaciones y
consejos de su amigo Enrique para que no volviera a España,
donde los grandes artistas raramente encuentran reconocimiento, inició su
definitivo regreso instalándose en Sevilla alrededor de 1634, por entonces el
teatro de las bellas artes en Andalucía (Cean Bermúdez dixit), llegando a pintar para la sala De profundis del Convento
del Ángel de Sevilla. Hombre de genio, de carácter vivaz y osado, se
vio envuelto en una revuelta o motín de los que, por aquellos años de 1646 tuvo
lugar en Sevilla, y en el que tan activamente participó que, por evitar las
fatales consecuencias que de la justicia de los hombres pudiera derivarse, se
acogió a sagrado en el Convento del Carmen Calzado, tomando el hábito de
religioso lego. Mas como las cosas que se hacen sin pensar, o pensando
solo a muy corto plazo sin calibrar las consecuencias últimas de su nuevo
estado, Juan de Guzmán no dejó de tener problemas. Furioso o enrarecido al
sentirse enclaustrado, formando parte de una orden religiosa para la que, en
aquel momento, ni su alma ni su conciencia estaban preparados, algún lance o
situación sangrienta se produjo, que llevó a que Juan de Guzmán —ahora Fray
Juan del Santísimo Sacramento— fuese trasladado a los Carmelitas Descalzos,
señalándosele el Convento de Aguilar de la Frontera como su nuevo destino, donde se le prohibió absolutamente el ejercicio de la pintura. No obstante, la
austeridad y rigor de esta orden fue templando los ánimos de Juan y mesurando
su genio, a raíz de lo cual se le permitió que volviese a pintar. Al tiempo que
lo hacía, comenzó a escribir un tratado que tituló Perspectiva y que parece tener su origen en la traducción del
tratado homónimo obra de Pietro Accolti. No obstante, la cantidad de
correcciones en las que puso de manifiesto algunos errores del italiano,
anotaciones y suplementos a la obra, la convierten en una completamente nueva. Por
lo que sabemos, ya en 1874 apuntaban los insignes Pérez de Siles y Aguilar y
Cano, que un ejemplar inédito al que alguien había arrancado la portada, obraba en su poder, lo que les permitió hacer una descripción completa de la dicha obra: comienza con
una advertencia al lector sobre los motivos que impulsaron a Fray Juan a
escribirla, un preliminar titulado A la juventud española y, a continuación,
lo que podríamos considerar un pequeño tratado de Geometría y otro propiamente
sobre la Perspectiva, coronado con un discurso sobre el Dibujo, tomado de la
obra de Accolti.
Juan de Guzmán debió crecer sano y fuerte, pues nada leemos en los datos consultados que indique lo contrario, por los campos de aquella Puente de Don Gonzalo, aficionándose pronto a la pintura y aprendiendo de un pariente suyo lucentino llamado Bernabé Ximénez de Illescas, quien contó también como discípulo con Leonardo Antonio de Castro, quien también trabajó por tierras pontanensas.
Marina, dibujo a pluma y aguada sepia con toques de azul índigo sobre papel; 10,5 x 37,1 cm, Paris, Museo del Louvre. Enrique de las Marinas |
En 1894 Aguilar y Cano nos dirá que es gracias al celo de José Antonio Ruiz Rey (1695-1767, autor de pinturas en la ermita de Jesús Nazareno y la Iglesia de la Victoria, cuya imagen también se le atribuye, autor del dorado y estofado de la Inmaculada de Pedro Duque Cornejo, así como del dorado de la antigua peana de la Virgen de los Dolores —hoy del Señor de la Humildad—, ayudante en el diseño de la sillería del coro de la Catedral de Córdoba, autor de la imagen de la Virgen de la Soledad de Puente Genil…), bisabuelo de Pérez de Siles, y al celo de sus descendientes, que pudo conservarse el manuscrito de Perspectiva, por lo que es obvio que el comentario que nos hicieron veinte años atrás fue hecho a partir del manuscrito original de aquella obra, en poder entonces de Agustín Pérez de Siles. Desconocemos absolutamente la ubicación de esa joya histórica y literaria… ni siquiera si sigue existiendo o si ya es solamente un bochornoso recuerdo.
En 1666 estuvo en Córdoba pintando algunas obras para el claustro, sacristía e iglesia del Convento de Carmelitas Descalzos de San José (cuadros y frescos que adornan sus bóvedas y paredes), conocido como San Cayetano, donde residió, así como por encargo del Obispo Francisco de Alarcón y Covarrubias, la realización junto a Juan de Alfaro de algunos retratos para la galería de prelados del Palacio episcopal. En Córdoba pintó también para el Convento de San Agustín.
Tanto Ceán como Palomino afirman que en 1676 volvió a su convento de Aguilar, donde se conservan algunas de sus obras y donde murió en 1680. No obstante, la fecha de 1676 como la de su vuelta a al convento aguilarense es muy discutible, toda vez que como escribe José Lorenzo Aires Rey a partir de los apuntes de Rafael Ramírez de Arellano, se conserva un cuadro de Santa Marina de las Aguas en la parroquia de igual advocación en Córdoba, a cuyo pie puede leerse: «A honra y gloria de Dios y de Santa Marina, dedicó este lienzo don Pedro Fernández de Córdoba y Figueroa, caballero del orden de Alcántara y primogénito de la casa de Villaseca. Año de 1678. Fr. Juan del Santísimo Sacramento». Es de suponer que su regreso a Aguilar de la Frontera hubo de ser, por fuerza, posterior a la terminación del cuadro, en 1678.
En cuanto a sus obras, en el convento del Carmen de Aguilar se conservan una serie de lienzos en la nave de la iglesia, dedicados a la vida de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz y un cuadro de San Roque, que está considerado su mejor obra. Conocemos también el cuadro antes referido y ubicado en la iglesia cordobesa de Santa Marina y otras varias en el Museo de Bellas Artes de Córdoba: Jesucristo con la Cruz a cuestas, Degollación de los Inocentes, San Pedro Tomás, Calvario con Carmelita, Flagelación de Cristo, Coronación de espinas, Camino del Calvario, Lamentación sobre Cristo muerto... y algunos dibujos atribuidos cuya autoría se le atribuye.
Tanto Ceán como Palomino afirman que en 1676 volvió a su convento de Aguilar, donde se conservan algunas de sus obras y donde murió en 1680. No obstante, la fecha de 1676 como la de su vuelta a al convento aguilarense es muy discutible, toda vez que como escribe José Lorenzo Aires Rey a partir de los apuntes de Rafael Ramírez de Arellano, se conserva un cuadro de Santa Marina de las Aguas en la parroquia de igual advocación en Córdoba, a cuyo pie puede leerse: «A honra y gloria de Dios y de Santa Marina, dedicó este lienzo don Pedro Fernández de Córdoba y Figueroa, caballero del orden de Alcántara y primogénito de la casa de Villaseca. Año de 1678. Fr. Juan del Santísimo Sacramento». Es de suponer que su regreso a Aguilar de la Frontera hubo de ser, por fuerza, posterior a la terminación del cuadro, en 1678.
En cuanto a sus obras, en el convento del Carmen de Aguilar se conservan una serie de lienzos en la nave de la iglesia, dedicados a la vida de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz y un cuadro de San Roque, que está considerado su mejor obra. Conocemos también el cuadro antes referido y ubicado en la iglesia cordobesa de Santa Marina y otras varias en el Museo de Bellas Artes de Córdoba: Jesucristo con la Cruz a cuestas, Degollación de los Inocentes, San Pedro Tomás, Calvario con Carmelita, Flagelación de Cristo, Coronación de espinas, Camino del Calvario, Lamentación sobre Cristo muerto... y algunos dibujos atribuidos cuya autoría se le atribuye.
Existió en la Historia otro Fray Juan del Santísimo Sacramento (1640-1701) —no confundir con el nuestro—, hijo ilegítimo del Rey de España Felipe IV y que al ser criado en Liébana por un tal Don Francisco Cossío fue conocido por Juan Cossío, o Juan Corso, autor de la famosa "Vida del Venerable Siervo de Dios Vicente de Paul" (Nápoles, 1701).
Fuentes consultadas:
- AGUILAR Y CANO Antonio. El Libro de Puente Jenil. Puente Jenil, imprenta Estrada Muñoz 1894, pág. 342.
- AIRES REY José Lorenzo. Puente Genil es mi blog: http://puentegenilesmiblog.blogspot.com.es/2009/03/fray-juan-del-santisimo-sacramento.html
- CEAN BERMÚDEZ Juan Agustín. Diccionario Histórico de los más Ilustres Profesores de las Bellas Artes en España. Real Academia de San Fernando, Madrid, imprenta de la Viuda de Ibarra, año 1800, págs. 350 a 353.
- ILLANES VELASO Antonio. Pintores pontanenses antiguos. Cofradía del Señor de la Humildad y Paciencia, Biblioteca del Convento, imprenta Soyma, Puente Genil 2016.
- LOSADA CAMPOS Antonio. Historia de la Villa de Puente Genil. Madrid, Ediciones Castilla S.A. 1971, págs. 197 y ss.
- PALOMINO DE CASTRO Y VELASCO Antonio. El Museo Pictórico y Escala Óptica: El Parnaso español, pintoresco y laureado, segunda edición, Madrid, imprenta de Sancha, año 1797, págs. 596 y 597.
- PÉREZ DE SILES Y PRADO Agustín y AGUILAR Y CANO Antonio. Apuntes Históricos de la Villa de Puente Genil. Sevilla, imprenta de Gironés y Orduña, 1874, págs. 409 a 415.
- PÉREZ SOLANO Francisco. Boletín Informativo Municipal Anzur núm. 253-254, 22 noviembre 1985, pág. 25.
- VILLAFRANCA MUÑOZ Javier. El Pontón, órgano de difusión de la asociación Amigos de Puente Genil, núm. 318, mayo 2015, Portada y pág. 4.
- El liceo de Córdoba: periódico de literatura, música y modas: 10 de julio 1845 núm. 28, págs. 2 y 3.
- Cofradía de la Virgen de los Dolores de Puente Genil. Nota de prensa 2 de abril 2010.
- Red Digital de Colecciones de Museos de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario