Recorriendo la vida en sentido inverso, hay ocasiones en las que somos capaces de llegar al comienzo de algo. Nosotros nos encontramos en una realidad, en un determinado estado de cosas, que han llegado a ser lo que son porque alguien, en algún momento de la historia, dio un paso en un sentido determinado. Ese primer paso, como en el cuento que pasamos a contar, es el primer paso de una nueva vida, de una historia familiar que arranca en Puente Genil, cuyas ramificaciones llegan hoy a lejanísimos rincones.
El territorio de las Filipinas estuvo gobernado por el Virreinato de Nueva España desde 1565 hasta la independencia
de México (desde donde se administraban las islas) en 1821. Es a partir de ese
año cuando pasaron a ser administradas desde Madrid, constituyendo desde
entonces una capitanía general aislada hasta 1898, subsistiendo hasta 1899 con
los archipiélagos de las Carolinas, Marianas y Palaos.
En este estado de cosas, la familia Montilla de Puente Genil tuvo presencia e intereses comerciales, sociales y políticos en Filipinas desde mediados del siglo XIX. Baste recordar a Manuel Montilla Melgar (Puente Genil 1816 - Zamboanga, Mindanao, 1864), o a su hija, la insigne Sofía Montilla (1851 - ¿1902?), de quien ya hablamos en este cuaderno y cuya apasionante vida invito a descubrir. Siendo Comisario de Fomento del Gobierno político y militar de la isla de Mindanao y sus adyacentes (plaza creada por R. D. de 30 de junio de 1860), Manuel Montilla Melgar fue autor de un cuaderno titulado Apuntes acerca de Manila y Zamboanga, que puede consultarse en este enlace. Fue designado para ejercer su responsabilidad en las Filipinas en virtud de R. O. de 27 de diciembre de 1860, con un haber anual de 2.000 pesos, embarcando en el puerto de Cádiz a bordo de la fragata "Cervantes" con destino Manila, el 15 de abril de 1861. Falleció en el ejercicio de sus funciones el 11 de mayo de 1864, siendo pensionada su viuda con una cuarta parte del haber de su marido, es decir, con quinientos pesos anuales. Ambos habían contraído matrimonio el 5 de abril de 1841, siendo padres de María (2 de mayo 1842), Agustín (30 de mayo 1845) Carlos (1 de octubre 1849), Carolina (21 de abril 1852), Sofía (7 de octubre 1855) Manuel (17 de enero 1857), Eduardo (1 de abril 1859).
Carlos Montilla Fernández |
Priscila Albano |
De este matrimonio nacería el 1 de septiembre de 1899 Adela Montilla Albano; Luis (o Antonio Luis), que fue director de la Biblioteca Nacional; Daniel; Antonio; Enrique y Salvación (la benjamina, nacida en 1901). Muy someramente nos referiremos a las dos hermanas.
Los Montillas de Laoag, Ilocos Norte Sentado Antonio Albano Montilla. En pie y de izquierda a derecha Adela Montilla Manibog, Enrique Albano Montilla y Salvación Montilla Rodríguez |
Venancio y Salvación en 1927 |
Adela Montilla Manibog, abril 1918 |
A quienes han estudiado en un college y luego en una law school y quieren ejercer la abogacía en los Estados Unidos, se les exige superar el Bar Exam (John John Kennedy tuvo que presentarse tres veces para aprobarlo). Pues bien, Gonzalo Manibog fue el primer filipino-estadunidense en superar dicho examen. Gonzalo y Adela tuvieron 7 hijos: Benjamin (1924-2006), Esther, Gonzalo Monty (1930-2016); Priscilla; Pat, Adele (en la década de 1960 estuvo en Puente Genil con su hija Paquita, buscando los orígenes familiares) y Francine.
Sobre Gonzalo Monty Manibog (hijo de Adela y Gonzalo) podemos contar muchas cosas: fue el primer asiático-estadounidense en ser elegido alcalde una ciudad metropolitana de los Estados Unidos, alcalde de Monterey Park, California; campeón nacional filipino de lucha libre y gimnasia (con dos medallas de oro nacionales durante su residencia de 5 años en la Universidad de Filipinas), "Atleta del Año" dos años consecutivos mientras estudiaba en la Universidad de Filipinas; luchador en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 y medallista de oro 3 años consecutivos en los Juegos Olímpicos de California en la década de 1990
Gonzalo Monty Manibog |
Sobre
la tumba de Adela, en Los Ángeles (California) sus hijos colocaron una lápida
con el siguiente texto en inglés:
Mamá, nos diste la vida, nos enseñaste valores cristianos; nos cuidaste, oraste por nosotros y nos dedicó tu vida; estarás en nuestros corazones y mentes -que Dios te mantenga en su abrazo amoroso- hasta que nos volvamos a encontrar - te amamos - tus hijos Ben, Esther, Monty, Priscila, Pat, Adele and Francine.
Quede
a modo de recordatorio breve y cariñoso, que hay familias y pueblos a lo largo
del mundo que llevan la sangre de Puente Genil en sus venas; que sus orígenes
están también junto a los nuestros y que existe un hilo invisible que une a
todos los hijos de esta tierra, donde sea que se encuentren.
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