La figura de José María Contreras Carmona podría ser estudiada desde la óptica del Derecho, de la Política, tanto como Jefe del Partido Conservador en Córdoba, como desde las responsabilidades que ostentó al frente de diversos gobiernos civiles. Su faceta literaria, a la que incorpora la oratoria, su papel como mantenedor de los Juegos Florales de Córdoba, sus expresiones, su capacidad para convencer a través de la palabra argumentada, en absoluto vacía de contenido, justificaría por sí solo un trabajo exclusivamente centrado en cada uno de estos apartes.
Su participación en la sociedad de Puente Genil y de Córdoba de finales del siglo XIX y, sobre todo, de comienzos del siglo XX es absolutamente sobresaliente y forma parte de lo más excelso de ambas ciudades. No obstante, carecemos por completo no sólo de esa pretensión sino, y fundamentalmente, de las capacidades necesarias para llevarlas a cabo.
Valgan las siguientes líneas como sincero homenaje a un hombre
extraordinario, de altísimas capacidades y afán de servicio y, al mismo tiempo,
como respetuosa presentación de Pepe Contreras.
Hijo de Lorenzo Contreras Rojas (fallecido a las siete y media de la
mañana del 17 de enero de 1906) y de Amparo Carmona (fallecida en marzo de
1908), nace en Puente Genil el 13 de enero de 1865. Tuvo tres hermanos,
Josefa, Miguel y Lorenzo. Desarrolló sus estudios de segunda enseñanza a partir
de 1876 en el instituto provincial de la localidad cordobesa de Cabra, finalizando
el ciclo el 13 de junio de 1881 con la calificación de Sobresaliente. Se
traslada a Granada para estudiar las carreras de Derecho Civil y Canónico y la
de Filosofía y Letras. Ocuparán esos años los cursos 1881-1882 a 1885-1886. En
unión de otros jóvenes funda la Revista
Granadina, al tiempo que forma parte del Ateneo jurídico-filosófico de Granada y de Juventud Católica (institución cuya Junta Directiva se componía
únicamente por catedráticos de Universidad y de la que es nombrado Secretario
General). En marzo de 1882 tenía Contreritas (como era conocido en aquella
capital) diecisiete años, y ya el Ateneo de Granada aplaudió la composición que
tituló Adelante. Juventud Católica le admiró por sus discursos
y memorias, mereciendo especial recuerdo la nominada La influencia de la pseudoreforma protestante en la civilización de los
pueblos europeos. Con solo diecinueve años ya aparece su nombre en los
programas de Conferencias dominicales de aquella institución. El periódico La Unión de 19 de diciembre de 1884,
glosando las actividades que llevaba a cabo Juventud
Católica, anunciaba que desde la inauguración del curso ya estaban programadas
todas las conferencias a impartir los domingos por la noche. Tras hacer una
relación de todos los conferenciantes que eran catedráticos de Universidad,
canónigos y doctorales, terminará incluyendo entre ellos a “Contreras Carmona, joven licenciado en
Filosofía y Letras”. Aceptó el cargo de representante de la “Unión Escolar de
Málaga” en el colegio de San Bartolomé y Santiago de Granada, colaboró con la
prensa local y otros medios, como La
Unión Escolar, El Defensor de Granada, El Diario de Granada, La Lealtad, La
provincia de Granada, Los Domingos del Diario, El Genil, El Popular, El Eco de
Estepa y publicó distintos trabajo en El
Egabrense.
El 24 de junio de 1884 obtiene la licenciatura en Filosofía y Letras
con la calificación de Sobresaliente y el 20 de noviembre de 1885 termina sus
estudios en Derecho Civil y Canónico obteniendo idéntica calificación de Sobresaliente
en todas y cada una de las asignaturas que cursó, además de cuatro Menciones
Honoríficas y ocho Premios Ordinarios con sus correspondientes Matrículas de Honor.
Obtiene el título de Abogado el 27 de marzo de 1886.
Finalizados los estudios, y tras un breve descanso en su tierra natal,
arranca su vida profesional en Cádiz en aquel mismo año (finales de 1886), donde
permanecerá hasta junio de 1889. En virtud de Real Orden de 16 de febrero de 1886
es designado oficial primero de Gobernación o segundo de Hacienda (de ambas
formas se llamaba) en la Sección de Fomento en esa provincia, desempeñando el
cargo desde el 1 de marzo de aquel año hasta el 30 de septiembre de 1888
cuando, por reforma, desaparecen las Secciones. Su estancia en Cádiz, además de
permitirle conocer las deficiencias en la organización administrativa y
burocrática, posibilita su inserción en el mundo cultural y
literario de la ciudad. Así, se convierte en primer redactor del periódico La Dinastía, donde publicaba bajo el
seudónimo Boabdil y en el que hizo
las funciones de director interino durante las largas ausencias de su
propietario Rafael de la Viesca, Diputado en Cortes. Se manifestó de manera
portentosa en el Ateneo y en el Círculo Literario, del que por unanimidad
fue nombrado Secretario. A su gestión se debe la fusión de estos dos cuerpos docentes.
Publicó también en El Adalid, donde
nos consta su trabajo en 1887 titulado Cuestión
de Irlanda. De la formación, de la preparación intelectual y agudeza mental
de nuestro biografiado, dan razón las palabras publicadas el 9 de marzo de 1888
en El Manifiesto (periódico poco
afecto a Contreras) y que en El Ateneo le dirigió el erudito polemista Antonio
Moreno: “El señor Contreras es en años mozo,
pero ostenta conocimientos y facultades asequibles en la edad madura”. Durante
ese tiempo, colabora en revistas como La
Diana, Madrid Cómico y La Ilustración
Española y Americana.
De regreso a Puente
Genil se casa el 19 de marzo de 1889 con Joaquina Garat García (algún periódico de la época la nombra “Martínez” de segundo
apellido), sin que tuvieran descendencia, y comienza a ejercer la abogacía. Se
incorpora al Colegio de Abogados de Montilla el 11 de julio de 1890 y al ser
suprimido éste, pasó al de Córdoba el 29 de septiembre de 1892,
siendo entonces el duodécimo colegiado y participando, además, en la Junta de
Gobierno de la institución colegial como Diputado Primero. Durante el ejercicio
de la profesión en Puente Genil mantiene despacho abierto en la calle de La
Plaza nº 22. Posteriormente al trasladarse a Córdoba, abre despacho en el Paseo
del Gran Capitán nº 25. A la muerte del Jefe del Partido Conservador
en Córdoba, otro ilustre pontanés, Eduardo Álvarez de los Ángeles, asume la
Jefatura del Partido en la provincia, impulsando la creación del Casino Liberal
Conservador, que sería inaugurado el 23 de febrero de 1906. Ostentaría la jefatura provincial del partido
hasta que presentó su dimisión a Maura en mayo de 1910. Fue concejal del
Ayuntamiento de Puente Genil desde 1891 hasta 1895, destacando y señalándose de
tal forma por los humanitarios servicios prestados durante las inundaciones
provocadas por el Genil en la noche del 7 al 8 de marzo de 1892, que le fue
concedida la Cruz de Beneficencia de segunda clase, en virtud de Real Orden de
17 de noviembre de 1894, en cuyo expediente se califican sus servicios como “heroicos”. Junto a él y por los mismos
motivos, les fue concedido idéntico galardón a Manuel Repullo Yerón y Miguel
del Pino Garnica. En 1891 fue nombrado por la Audiencia Territorial de Sevilla, Fiscal
municipal de Puente Genil.
Solo con las breves pinceladas aportadas hasta ahora sobre quien era
cariñosamente conocido como Pepe Contreras, deducimos su carácter trabajador,
comprometido y riguroso. Amante de la cultura, amigo personal de Manuel Reina, en quien encuentra no sólo un mentor o un protector, sino un amigo verdadero,
en distintos momentos se declara ferviente admirador y seguidor del autor de La Vida inquieta. De su relación con Reina, del sincero afecto que le profesaba, dan fe las siguientes
palabras que Contreras dirige a su mentor con motivo del homenaje que sus
paisanos le dispensaron a comienzos del mes de febrero de 1903 al conocerse su
nombramiento como Gobernador Civil de Murcia:
“¿Qué tiene de extraño que mi fraternal amigo
don Manuel Reina, muestre conmigo el entusiasmo y admiración propias de un
padre, si yo le correspondo con todo mi afecto y en él veo el alma de mi pueblo…?”
Ello, después que el propio Reina, a los brindis, se
levantase del asiento presidencial e hiciese un recorrido a lo largo de la vida
de Contreras, asegurando que éste no cambiaría los triunfos que en el colegio,
en el foro y en la política había obtenido, por las ovaciones y muestras de
afecto que aquel día recibía en su pueblo natal.
Aquel banquete, aquel homenaje y muestra de aprecio y legítimo orgullo
por parte de sus paisanos y amigos, nos regaló dos hermosas y sentidas
composiciones dirigidas a Contreras y al pueblo que lo vio nacer y que a continuación
reproducimos fieles a la ortografía con las que fueron inmortalizados. La
primera de ellas corresponde al periodista cordobés Ricardo de Montis y Romero
(1871-1941), a quien Julio Romero de Torres definió como “poeta, juerguista, periodista, borrachín y amigo como no hay dos”.
De la segunda es autor su primo, albéitar, insobornable e inmortal poeta de la
Semana Santa de Puente Genil, Miguel Romero Carmona (1860-1916).
A Puente
Jenil
En el
banquete a Pepe Contreras
Bendita la
ciudad encantadora
que un
corazón en el escudo ostenta,
el símbolo
mejor es la hidalguía,
que es de sus
hijos galardón y emblema.
Bendita la ciudad
que rinde culto
como a Dios,
á las Artes y á las Letras,
donde á leer
la juventud aprende
en los
versos armónicos de Reina.
Las puras
linfas que a Grabada arrullan
te cantan
himnos y tus muros besan
y gérmenes
divinos de poesía,
traen en sus
ondas, claras y serenas.
Alta la copa
en cuyo fonde hierve
el oloroso
vino de la tierra,
donde el so
andaluz tiene fulgores
que dan
vigor y fuego a las ideas.
Brindo por
ti, por tus mujeres brindo,
que ángeles
son de celestial belleza;
por tus vates
ilustres, áurea cuna
de beldades,
artistas y poetas.
Por el hijo
preclaro que te honra
y a quien
hoy de tu amor das clara prueba
guerrero
ilustre, vencedor constante
en luchas de
la noble inteligencia.
Y al cielo
pido que si el manso Bétis
no me entona
un responso cuando muera,
labren mi
tumba aquí, donde se oigan
del Jenil
las magníficas endechas.
A Pepe
Contreras
Dicha
inmensa, ayer sentí
cuando mis
brazos te abrí
dándote la
enhorabuena;
mas hoy,
primo, siento pena
porque te
alejas de aquí.
De aquí, del
pueblo querido;
del terruño
idolatrado;
del hogar donde
has nacido
por el Jenil
arrullado,
por
ruiseñores dormido.
La hermosa región
murciana
en dulce
amor te convida;
mientras la
vieja sultana,
Córdoba, toda
afligida
sin ti
llorará mañana.
Desoyendo
varias quejas
de nuestro
lado de alejas
á otras más
altas regiones;
y si el
corazón nos dejas
te llevas
mil corazones.
Con firme y
segura planta
la gloria
escalando vas;
el vuelo a Murcia
levantas;
¡cuanto más
lejos estás
más tu
nombre se agiganta!
Adiós, que
si en triste duelo
dejas tu
querida tierra,
nos queda el
grato consuelo
de saber que
Murcia encierra
lo mejor de
nuestro suelo.
Otra muestra del profundo afecto que ambos paisanos se profesaban, es
el que sigue. Siendo Gobernador Civil de Murcia, recibió un telegrama el 19 de
marzo de 1903 en el que Manuel Reina junto con ciento diez firmas más, lo felicitan
por su onomástica. La respuesta de Contreras, fechada el mismo día, es esta: “Mi gratitud perdurable y un puñado de
abrazos para ti que siempre me has profesado un cariño fraternal y para esos
excelentes, bondadosos y leales amigos que contigo firman el telegrama,
quedando obligadísimo a todos por esos plácemes, estímulo y premio […]”.
Otro ejemplo de la entrañable relación existente entre ambos, son las palabras extraídas del discurso de Contreras en los
Juegos florales de Córdoba de 1902, a los que aludiremos más adelante: “…el oro, único dios que no ha
tenido ateos, como dijo el ilustre poeta Manuel Reina, mi amigo del alma, ha
sido el gran corruptor de todas las edades […]”. Poco más podemos decir. La
declaración de profunda amistad, el reconocimiento de un afecto desmedido hacia
Reina, correspondido por éste, queda meridianamente claro… “mi amigo del alma”.
En junio de 1891 había homenajeado a su admirado Reina con la
siguiente composición que Aguilar y Cano recogió, afortunadamente, en su Libro de Puente Jenil:
Córdoba
(Imitación a Manuel Reina)
Lleva el
aire perfumes en su seno
que exhalan
los nevados naranjales,
negras
pupilas; gustos orientales,
campo rico
en color, feraz y ameno.
El cielo
azul, espléndido y sereno
de las
tranquilas noches estivales;
arabescos y
arcadas ojivales;
leyendas por
doquier del agareno.
Guarda un
raudal de artística belleza
entre sus
muros la sin par Mezquita:
baña el sol
la ciudad en rayos de oro,
fue un
tiempo extraordinario su grandeza,
y hoy sobre
mirtos y laurel dormita
del manso
Betis al cantar sonoro.
Tras la muerte de Reina el 11 de mayo de 1905, Contreras es el primer
firmante del escrito presentado al Ayuntamiento de Puente Genil con fecha 27
del mismo mes y año, en el que se solicita la colocación de una lápida
conmemorativa en la casa natal del egregio poeta.
Fundador de la revista literaria Pepita Jiménez (inicio de la tradición periodística pontana), de la
que se editaron veinticuatro números y que aglutinó las mejores plumas del
espléndido y cultísimo Puente Genil de finales del siglo XIX: Manuel Reina
Montilla, Antonio y Agustín Aguilar y Cano, Leopoldo Parejo y Reina, Alberto
Álvarez de Sotomayor, Juan Reina Iglesias, José de Siles y Varela, Rodolfo Gil,
Rafael Cruz Miranda, Francisco de P. Velasco, Miguel Romero, el mismo José Contreras,
el ayudante de ingenieros Ricardo Moreno Ortega…..
Asiduo colaborador en diversos periódicos y revistas, cultivó la poesía, la prosa y, sobre todo, la oratoria. A propósito de ello, el Diario de Córdoba de 26 de enero de 1913 en su Balance literario cordobés y necrológica de 1912, dirá lo siguiente: Contreras pronunció discursos forenses y políticos magistrales y en unos Juegos florales celebrados en Córdoba, en los que representó el papel de mantenedor, dijo el más elocuente, el más hermoso, el más apropiado al acto de cuantos hemos oído aquí, en festivales análogos, a hombres de gran reputación”.
Asiduo colaborador en diversos periódicos y revistas, cultivó la poesía, la prosa y, sobre todo, la oratoria. A propósito de ello, el Diario de Córdoba de 26 de enero de 1913 en su Balance literario cordobés y necrológica de 1912, dirá lo siguiente: Contreras pronunció discursos forenses y políticos magistrales y en unos Juegos florales celebrados en Córdoba, en los que representó el papel de mantenedor, dijo el más elocuente, el más hermoso, el más apropiado al acto de cuantos hemos oído aquí, en festivales análogos, a hombres de gran reputación”.
Se
refiere, obviamente, al pronunciado diez años antes, en el Gran Teatro de
Córdoba la noche del 8 de mayo de 1902 como Mantenedor del Certamen Científico,
Literario y Artístico organizado por la Real Sociedad Económica Cordobesa de
Amigos del País y que, si bien es cierto que, abreviado y con algunas
modificaciones respecto al original, fue reproducido en el Defensor de Córdoba
el 9 de mayo de 1902.
Publicó algunas obras, como A
orillas del Jenil, donde recopila una veintena de artículos cortos de
costumbres, prologado por Manuel Reina y que, posiblemente, apareció también
con el título El Año Andaluz. Fue
publicado en 1903 como tomo séptimo de la Biblioteca de la
Joya Literaria (imprenta de la viuda de J. Perelló), conteniendo artículos como Año nuevo, San Antón, Flores de almendro, Los acabos y molinos de
aceite, Los bailes de máscaras, Los espárragos, La vendimia, El naufragio, La
caída de las hojas, Despedida del año, San Rafael, El membrillo, Don Juan
Tenorio, La Noche Buena, San Andrés… Uno de esos artículos, Flores de Almendro, fue objeto de cierta
polémica, pues tras haberse publicado en El
Defensor de Córdoba, un tal Iribarren lo reprodujo atribuyéndose su autoría
en El Defensor de Antequera, ante lo
cual la redacción de su homónimo cordobés hubo de salir en defensa de Contreras
en un indignado artículo del 10 de marzo de 1903. Una obra esta de A orillas del Jenil, que teníamos desaparecido, del que Leonardo Velasco Varo supo encontrar el mes de marzo de 2021 el único ejemplar que hasta hoy se ha podido localizar en el Archivo Municipal de Murcia (sin digitalizar). Gracias a Velasco Varo hemos podido conocer un breve recorte de la prensa de aquel tiempo, que reproduce unos versos de Manuel Reina Montilla (hasta ahora desconocidos) que formaban parte del prólogo a la obra de Contreras:
Trabajó profesionalmente los estudios jurídicos preparando sus obras Estudios criminalistas y sus Discursos forenses.
Vicente Cabeza de Vaca y Fernández de Córdoba Marqués de Portago Foto Manuel Compañy hacia 1902 |
Fue condecorado como Caballero
Gran Cruz de Isabel la Católica, distinguido en 1903 como Oficial de la Legión
de Honor francesa, con la Cruz de 2ª Clase de la Orden Civil de Beneficencia, Gran
Placa de Honor y Mérito de la Cruz Roja y Medalla de Oro de los sitios de
Zaragoza. A comienzos de 1905 fue nombrado Hijo Adoptivo de Montefrío,
desplazándose unos meses más tarde hasta Puente Genil, una comisión proveniente
de la localidad granadina para visitar a Contreras y entregarle un cuadro en el
que en el que constaba el nombramiento de Hijo Adoptivo. Particularmente honrosa
fue la distinción como Caballero Gran Cruz de Isabel la Católica, tanto por la
importancia y reconocimiento que supone tal galardón, como por haber sido
otorgado siendo Gobernador Civil de Granada, a petición de la propia Ciudad. A
tal fin, el Marqués de Portago, junto con el propio Alcalde, con el Arzobispo
de Granada, el Presidente de la Diputación Provincial y los presidentes de los círculos
literarios y culturales dirigieron un escrito con fecha 22 de septiembre de
1904 al Presidente del Consejo de Ministros, Antonio Maura, ensalzando los
muchos méritos de Contreras y solicitando la distinción, que le fue rápidamente
concedida.
Fue Diputado a Cortes por los distritos de Hinojosa del Duque (1907-1910)
y Priego de Córdoba (desde 1910 hasta su muerte en 1912) y Gobernador Civil en
Murcia (1902-1903), donde resolvió con acierto y discreción algunos conflictos
sociales en La Unión y en Cartagena. Este nombramiento como Gobernador Civil se
verificó en el Consejo de Ministros presidido por Maura, celebrado el martes 9
de diciembre de 1902. Después fue nombrado Gobernador Civil de Granada (agosto
1903-1904) y Sevilla (octubre 1904-1905). Tan grato recuerdo dejó en Granada,
que El Defensor de Córdoba del 29 de
octubre de 1904 anunciaba una recogida de firmas solicitando la vuelta a
Granada del señor Contreras, a la que por entonces se contaban más de dos mil
adheridos. En noviembre de 1905, la Junta de Instrucción pública de Granada,
bajo la presidencia del entonces Gobernador Civil de aquella provincia, aprobó
por unanimidad concederle un voto de gracias “por su meritísima labor durante el tiempo en que con tanto acierto
desempeñó su presidencia promoviendo el adelanto y el progreso de la enseñanza
primaria, base de la cultura pública”. Durante sus mandatos como Gobernador
en Murcia y Granada, acompañó al Rey en sus viajes a aquellas provincias,
siendo distinguido por su Majestad con el envío de un retrato firmado y
dedicado a Contreras. Siendo Gobernador Civil de Sevilla cesó a petición propia
en sus labores políticas alegando razones de salud y retomando a partir de
entonces con pasión y entusiasmo su dedicación al mundo del Derecho y la
abogacía. Fueron múltiples y aplaudidos por la prensa los éxitos cosechados en
el campo jurídico por Contreras, así como esperadas sus intervenciones por la
altísima oratoria de la que siempre hizo gala. Ilustrado jurisconsulto, orador eminente y abogado, el mejor abogado de
Córdoba, ilustre jurisconsulto, abogado notable, elocuente y notable
jurisconsulto son algunos de los calificativos de la prensa del momento.
De su estancia y responsabilidad en Sevilla, podemos contar dos
anécdotas o curiosidades. La primera se refiere a su nombramiento. El amigo
Contreras se encontraba la noche del 13 de octubre de 1904 disfrutando en su
palco del Teatro Isabel la Católica, en Granada, del tercer acto de la obra Rey que rabió. En ese momento recibió un
recado tan urgente que le llevó a abandonar el teatro y personarse en la
central de Telégrafos. Allí le contactaron telefónicamente con Sánchez Guerra,
quien le participó de que, dadas las circunstancias tan especiales por las que
atravesaba Sevilla, el Gobierno necesitaba un hombre de toda su confianza y
plena capacidad para hacerse cargo de la provincia. Contestó Contreras que se
encontraba al servicio del Gobierno y de España y que iría dónde y cuándo se
determinase. Sánchez Guerra agradeció su
plena disposición, indicándole que era urgente su inmediato traslado a Sevilla.
Contreras recogió los papeles y la ropa imprescindible, que metió en una maleta,
e inmediatamente partió para Sevilla, a donde llegó en el expreso de las cinco
de la tarde del siguiente
día, tomando posesión del cargo de modo inmediato.
La segunda anécdota viene porque, llevando ya un año en posesión de su
responsabilidad como Gobernador Civil en Sevilla, le correspondió la aprobación
el 14 de octubre de 1905 de “una Sociedad
de aficionados al deporte del football, siendo su fin propagar y fomentar este
sport para mejorar el desarrollo físico de la juventud” con el nombre de Sevilla Football Club”. Los actuales
estatutos del Sevilla Fútbol Club Sociedad Deportiva S.A.D. recogen en su
artículo primero aquel origen de la institución: “El Sevilla Fútbol Club se constituyó como Asociación Privada de
carácter cultural y deportivo el 14 de octubre de 1905…”.
Fue Diputado provincial (1896-1901), Académico correspondiente de la
Real de la Historia (nombrado el 18 de mayo de 1891), integrando la Comisión de
Monumentos Históricos y Artísticos de la provincia, y numerario de la Real
Academia de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Artes de Córdoba, Socio Honor y
Mérito de la Económica cordobesa de Amigos del País (octubre 1909), en la que participó
como Presidente de la sección De
Instrucción y Bellas Artes.
Murió repentinamente en Córdoba a causa de una angina de pecho, a las once de la noche del domingo 22
de diciembre de 1912, a la edad de 47 años. A última hora de la tarde había
estado en el Círculo (Casino) Conservador, volviendo después a su casa donde
cenó en compañía de su esposa y sus sobrinos Juan y Miguel Garat. Tras la cena,
estuvo recitando algunos de sus versos, pero al sentirse indispuesto salió de la
habitación y entró a su despacho. Intentó sentarse en una butaca, pero
inmediatamente resbaló hasta el suelo. Su familia, aún el comedor, pudo oír el estrépito
al desplomarse el cuerpo de Contreras sobre el suelo de la vivienda. Inmediatamente
avisaron al médico Manuel González López quien, al encontrarlo ya en estado
agónico, le aplicó unas inyecciones de cafeína y éter, dejando, no obstante, de
existir a los pocos minutos. El cadáver fue vestido con la toga de abogado e
instalado en su despacho, convertido así en capilla ardiente.
Enterramiento de Contreras en el Cementerio de la Salud, Córdoba |
Como curiosidad, el mismo día de su fallecimiento a las once de la
mañana, es decir doce horas antes del óbito, Pepe Contreras había acudido
acompañado de su amigo José Trigueros al estudio fotográfico de Tomás Molina,
en Córdoba, para que le hiciera un retrato con destino al carné de Diputado.
Existe, por lo tanto, o existió, una fotografía del ilustre Contreras, tomada
pocas horas antes de su muerte.
El 2 de enero de 1913 se celebraron en la Parroquia de la Purificación
en Puente Genil, los funerales por el sufragio del alma de Pepe Contreras,
durante los cuales el comercio cerró sus puertas y los balcones del Círculo
Católico y los del Liceo tenían colgaduras negras.
En la sesión del Congreso de los Diputados del 26 de mayo de 1913, el
Presidente, Aura Boronat, “ensalzó las dotes
intelectuales de Contreras, que estaban avaloradas por exquisita modestia y al
cual esperaban altas posiciones políticas”.
Mantuvo siempre una íntima relación con su pueblo, donde poseía una
casa con una envidiable biblioteca, la cual, junto con su estudio, se encontraba repleta de recuerdos de sus
campañas literarias y oficiales. Quiso a Puente Genil y por él luchó en cada
uno de los frentes en los que participó. Tras los desastres provocados por el
río en las tormentas de enero de 1908, volcó todos sus esfuerzos en procurar
una indemnización suficiente para los más damnificados. Así, gracias a las
gestiones de Pepe Contreras, el 8 de enero de aquel año se desplazó hasta
Puente Genil una comisión formada por el Gobernador Civil de la provincia,
Manuel Cano y Cueto, el Presidente de la Diputación, Manuel González López; el
Alcalde de Córdoba, Antonio Pineda de las Infantas; el Vicepresidente de la
Comisión Provincial, Rafael Conde Jiménez; el Administrador de Hacienda,
Atilano Núñez de Couto; el Director del Hospital de Crónicos, Manuel Rojano, y
el Director de El Defensor de Córdoba, Daniel Aguilera, a los solos
efectos de hacer entrega al Ayuntamiento pontanés de la suma de tres mil
pesetas, con destino a los damnificados por las tormentas.
En Puente Genil participaba,
entre otras instituciones, en el Casino Liceo (del que fue Secretario en 1890 y
Presidente en 1898) y en la Cofradía del Santo Sepulcro… En relación a esta
última, nos consta su compromiso hacia ella, como hacia todo lo que sonara a
cultura y a Puente Genil, no solo siendo su Hermano Mayor, sino como Presidente
de su Junta Directiva en 1900, tras la dimisión por enfermedad de Francisco
Gómez Cerveró (auténtico revitalizador por aquellos años de la Cofradía). Junto
a Pepe Contreras actuaría como su collera en calidad de vice Presidente un
histórico al servicio del Santo Sepulcro, José Estrada Muñoz. Se designó a Pepe
Contreras como Presidente durante un período de seis años, durante los cuales
consiguió importantes logros para la Cofradía. En 1901, a pesar de los muchos
gastos que las reformas en la urna y el paso estaban generando, consiguió un
superávit de ciento veinticinco pesetas. En ese proceso de mejoras, acuerdan la
adquisición de cuatro candelabros de siete luces cada uno de ellos, para
alumbrado del Señor, que se adquirieron en Sevilla a la casa “La Sevillana”. Tenía entonces el
Sepulcro su sede junto a la Huerta del Soto y su capilla adolecía de problemas
de humedad y de ratas, que atacaban los enseres de la Cofradía, por lo que se
decide autorizar al Presidente para que “valiéndose
de su influencia y personalidad” intercediese ante el Obispo a fin de que
la Imagen pasase a la Parroquia de la Purificación para su culto y veneración. El 6 de marzo de 1902 el Obispo autoriza el traslado
de la Imagen a la capilla de San Juan Bautista
de la Parroquia, pero imponiendo algunas condiciones. Entre ellas, que la
Cofradía seguiría establecida en el Dulce Nombre, ayudando con sus limosnas a
costear los gastos de reparación que la ermita pudiera necesitar. Igualmente,
la procesión debería seguir saliendo del Dulce Nombre, por lo que Imagen se
trasladaría a la ermita antes del Domingo de Ramos y no sería devuelta a la
Parroquia hasta pasado el Domingo de Resurrección. La Cofradía quedaría bajo la
jurisdicción del Párroco, muy especialmente en lo que se refiere a los horarios
de cultos y misas, y se haría cargo de los gastos de adaptación de la capilla.
El 3 de mayo de 1904, se acuerda adquirir, además de la bandera, un
estandarte, que se estrenaría en la procesión de 1905 traído de Valencia de la
casa de Justo Bustillo y que costó mil pesetas. De aquel mismo tiempo data el Quinario al Santo Sepulcro, compuesto por el presbítero, Doctor en Sagrada Teología, José Estrada Ruiz, impreso en 1905 en la la imprenta La Estrella, de Puente Genil, y en cuya portada puede leerse "A mi querido amigo el Excmo. Sr. Don José Contreras Carmona, ferviente devoto del Santo Sepulcro, de dedica esta humilde obra. El Autor".
Al cumplirse los seis años del mandato, Presidente y Vicepresidente
fueron, lógicamente, reelegidos por otro período de seis años, que nuestro
ilustre paisano ya no pudo completar debido a su fallecimiento. Durante su
último mandato, en 1909, se sustituyeron los flecos y borlas de la bandera, se
hicieron cirios de madera, nuevos bastones y se incrementó el número de
hermanos. En 1910 se trasladan los cultos del quinario a la Iglesia de la
Victoria (Los Frailes), donde permanecerá durante algunos años, gracias a la
labor de mecenazgo que vinieron ejerciendo las señoritas Ariza, Rosario, Isabel
y, sobre todo Carmen.
Con motivo del Cabildo del Santo Sepulcro celebrado el 31 de marzo de
1895, Leopoldo Parejo Reina, Manuel Reina Montilla y José Contreras,
compusieron unos versos. Reproducimos a continuación, como epílogo o colofón,
los simpáticos y elocuentes correspondientes al querido Pepe Contreras, en los
que descubrimos un ambiente de hermandad, camaradería y colaboración que
reflejan con meridiana claridad “que hoy
somos como somos, porque fueron como fueron”.
Las noches de cabildo
Para fijar
su fecha, el calendario
repasa de
continuo el hermanito,
y a ello no
ha de faltar ni Cabellito,
ni Estepa,
ni Muñoz, ni el boticario.
Cuando
llegan las noches señaladas
mientras
Rivas prepara la tortilla
se hace
boca con vino de Montilla
y se tocan
las cajas destempladas.
Reinan en
ellas el mayor contento,
de la pura
amistad las expansiones,
y atesoran
las dulces seducciones
de la
acendrada fe y el sentimiento.
Como
antiguos y alegres camaradas,
con vino al
uno al otro aquí se trata,
mientras
canta Agustín una saeta
entre media
docena de empanadas.
Y al
brillar el licor en las pupilas
llega al
fin el momento deseado,
pues repite
Perico entusiasmado
el eterno
sermón de las mochilas.
Mientras el
vate de “La vida inquieta”
canta en
versos sonoros nuestras glorias,
mientras
Parejo canta la victoria
que Jesús
consiguió sobre el planeta.
En
constantes y gratas libaciones
bebamos con
fervor la fe divina
que tiene
la virtud de la quinina
y al
cofrade le corta las cisiones.
- Historia de la Semana Santa de Puente Genil, volumen 1. Del siglo XVI a la Agrupación de Cofradías. Colección Anzur, volumen XXXIII. José Segundo Jiménez Rodríguez. Depósito legal SE-1235-2001.
- Revista El Pontón, órgano de difusión de la Asociación Amigos de Puente Genil, julio 2009.
- Abogados que componen el Ilustre Colegio de la Ciudad de Córdoba con expresión de los que tienen estudio abierto y residencia en ella y de los que no ejercen la facultad. Ilustre Colegio de Abogados y Colegio de Procuradores de Córdoba, establecimiento tipográfico “La Puritana”, calle Duque de Hornachuelos nº 18 (Córdoba) año 1911.
- Estatutos y Reglamento de la sociedad Sevilla Football Club.
- Estatutos sociales del Sevilla Fútbol Club Sociedad Deportiva, S.A.D., enero 2012.
- Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración. Años 1894, 1897, 1898 y 1899.
- La Unión 19-12-1884
- El Liberal. Diario de Unión Republicana (Mahón), 10-12-1902 y 12-08-1903.
- El Defensor de Córdoba 07-01-1903, 23-03-1903, 05-10-1903, 10-03-1903, 17-11-1903, 19-11-1904, 29-11-1904, 14-10-1904, 15-10-1904, 29-10-1904, 23-12-1904, 09-01-1905, 17-01-1906, 10-02-1906, 22-02-1906, 19-10-1909, 23-05-1910, 24-12-1912, 04-01-1913, 05-05-1916.
- Diario de Córdoba 08-12-1894, 06-09-1895, 12-02-1901, 08-02-1903, 15-10-1904, 17-06-1905, 22-02-1906, 09-01-1908, 25-03-1908, 24-05-1910, 23-12-1912, 24-12-1912, 26-01-1913, 21-12-1913, 13-11-1917.
- La Palma de Cádiz 23-05-1889.
- La Época 26-05-1913.
- Archivo digital del Congreso de los Diputados
- La Ilustración Española y Americana 22-04-1903.
- El Libro de Puente Jenil. Imprenta J. Estrada Muñoz, 1894. Antonio Aguilar y Cano.
- Córdoba Contemporánea. 1892. Rodolfo Gil Fernández.
- Archivo Casino Liceo.
- El Adalid 22-05-1889
Está muy completo el artículo. Me gustaría saber si Amalia Contreras o Amelia, no sé lee bien, era hija suya. Julio Romero de Torres pinto el cuadro titulado "la Señorita Contreras" o "en el baño" y otros en que retrata a esta señorita. Muchas gracias (rcerrej@gmail.com)
ResponderEliminarLe contesto a su correo directamente.
ResponderEliminarSaludos