El viernes 14 de diciembre de 2018, se presentaba en la Casa Hermandad de la Cofradía del Santísimo Cristo del Calvario y la Virgen del Consuelo, un poemario inédito de José Cabello y Cabello.
Con tal motivo, quisiera compartir unos breves apuntes sobre la vida y obra de un poeta autodidacta, extraordinario sonetista, hombre de fe sincera, bueno y sencillo, que nunca tuvo más aspiración que la de dejar un legado de honestidad y compromiso, que hoy se perpetúa en sus hijos y nietos.
Eduardo Moyano, José Manuel Cabello y Javier Villafranca Muñoz durante la presentación de "Corazón Adentro, versos de juventud 1929-1931" |
Es curioso constatar
cómo algunos de los más grandes hombres que ha dado Puente Genil, o que en
nuestra villa desarrollaron su actividad, fueron conocidos en su tiempo y por
la gente de bien, con diminutivos o nombres rebosantes de cariño. Es, quizás,
una de las formas más sencillas y hermosas que el pueblo emplea para reconocer la
grandeza de esos hombres a quienes aplicándoles un diminutivo, los acerca y
coloca a la altura del común de los mortales.
Es el caso de José Contreras Carmona –Pepito Contreras–, Baldomero Giménez Luque –don Baldo– y, por supuesto, y entre otros muchos, el de José Cabello y Cabello –Pepito Cabello–.
Cabello nace en el
domicilio familiar, en el número doce de la calle Godínez de Puente Genil, a
las tres de la mañana del nueve de mayo de mil novecientos dos, hijo de
Agustín Cabello Rivas y de Carlota Cabello Amador, abuelos paternos Bernardino
y Ana, maternos Juan y Manuela, todos de Puente Genil.
Tras realizar los estudios reglados, desarrollará
una honrada y eficiente labor como administrativo y contable, alternándola con otras ocupaciones, como
Agente Comercial Colegiado y diseñador de maquetas y bocetos para ilustrar los
envases de latón de carne de membrillo, ya que poseía una innata habilidad para el
dibujo. El 19 de
marzo de 1939 contrae
matrimonio en Montilla con Dª Concepción Cobos Hervás, de cuyo matrimonio
nacieron tres hijos. Aunque profesionalmente alternó,
como ya se ha escrito, algunas ocupaciones, Cabello será siempre,
y por encima de todas las cosas, poeta.
El logo comercial de La Andaluza es obra de Cabello.
Además de poeta, sobresaliente dibujante.
|
Desde muy
joven siente una desbordante inclinación hacia la poesía, en la que se destapa como un inagotable sonetista, publicando ya en el semanario de don
Baldo, El Aviso, con apenas
diecinueve años y en La Ilustración
Pontanense en 1925. Desde su juventud practicó el ensayo, el artículo de
opinión y especialmente la obra poética, colaborando en diversas publicaciones,
como en la revista malagueña Caracola,
Cosmópolis, diarios ABC y Córdoba… o participando
en numerosos certámenes literarios en los que obtuvo diferentes premios. Su
pasión por la escritura le lleva a mediados de la década de los años veinte de
la pasada centuria, a ejercer también como cronista futbolístico en el
periódico cordobés La Voz. Más tarde,
tras el final de la Guerra Civil, dirigirá el semanario Amanecer (imprenta de Manuel Aguilar Morales) y colaborará tanto en
la revista Industria y Comercio en su
edición de Semana Santa, como en el Boletín
Informativo Municipal “Anzur”.
El 13 de
enero de 1972 la Real
Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles
Artes, presidida por el prestigioso cordobés D. Rafael Castejón, en atención
a los méritos y calidades que lo distinguen, lo designa Académico
Correspondiente.
Virgen del Consuelo (Javier Aguilar Cejas) |
A Pepito Cabello, a
su generosidad, compromiso con la Iglesia y respeto al recordado sacerdote don
Antonio Liébana Santiago, se debe el que la imagen de la Virgen del Consuelo
procesione hoy en nuestra Semana Santa. La mariana imagen se custodiaba desde siempre, en palabras de su hijo
José Manuel, en la casa del poeta,
siendo objeto de cesión a la Iglesia por mano del inolvidable don Antonio,
párroco de Nuestra Señora de la Purificación, quien la incorporó a la Cofradía
del Cristo del Calvario, de la que hoy es cotitular y de la que Cabello fue su Hermano
Mayor Honorario. Ofició magistralmente de Pregonero de la Semana Santa de
Puente Genil en 1972 y alcanzó uno de los más grandes honores con los que un
pontano puede soñar, como es ser Hermano Mayor de Jesús Nazareno, El Terrible, de quien era fiel devoto y
letrista de su himno, como también lo fue del de la Patrona de Puente Genil, la
Inmaculada Purísima Concepción.
HIMNO A LA PURÍSIMA
Consagrados a Ti en
solemnes votos
Te aclaman nuestras
voces reverentes,
y a tus pies,
suplicantes y devotos,
ponemos nuestras
frentes,
Tu Inmaculada y Pura
Concepción
celebra el mundo
entero,
pero en amarte con
veneración
Puente Genil se ufana
en ser primero.
¡Salve, Madre de
Dios,
Reina del Cielo!
Azucena de luz
resplandeciente,
recibimos de Vos
dicha y consuelo
y el aguacero de tu
amor ferviente.
El Aviso, 23 agosto 1919 |
Perteneció a Los Amigos del Arte, movimiento cultural
y literario organizador de numerosos actos de tipo benéfico, y que lo mismo
editaban unos deliciosos cuadernillos bajo el nombre de Ideales (1920), que participaban en el riquísimo y melódico carnaval
de Puente Genil dando lugar a castizas coplas y tan del gusto de nuestro pueblo,
que sus risas y fragancias, frescas y lozanas, llegan hasta nuestros días
perpetuando amores y sentires (“Con las
notas de una habanera”, “Una tertulia notable”…). Junto a Cabello, formaron
parte de Los Amigos del Arte, Agustín
Rodríguez, Pepe Arcos, Juan Rejano y otros, que solían reunirse en la casa de
Agustín Rodríguez, en lo que llamaban “El
Rabiahero”. Íntimo amigo de todos ellos, también de Manuel Mendoza Carreño,
de Manuel Pérez Carrascosa, cuya muerte le dolió en lo más profundo del alma,
de Juan Soca, el poeta de Cabra, de José Luis Estrada…
Siempre vinculado a
la cultura, en 1948 realizó importantes gestiones para Ricardo Molina Tenor, en
la búsqueda de una imprenta que pudiera hacerse cargo de la edición de la
revista Cántico (fundada en Córdoba
por Ricardo Molina, Mario López, Juan Bernier, Julio Aumente y Pablo García
Baena), primero en Puente Genil en la imprenta de Manuel Aguilar Morales,
después en Montilla, en la de Manuel Cobos Serrano, cuñado de Cabello.
Finalmente la revista, tras los dos primeros números impresos en la Imprenta
Provincial de Córdoba a finales de 1947, continuó saliendo desde la imprenta La Ibérica, de Córdoba, hasta su
desaparición en 1957.
En 1976, con motivo
del inmediato y anunciado regreso de su exilio mejicano, organizó el ansiado homenaje
a Juan Rejano, a quien quería y admiraba a pesar de la distancia, en forma de
monográfico para el Anzur. Sin
embargo, la muerte en Méjico del poeta dejó el proyecto en un mero sueño. Mas como
fuera que Cabello había compuesto una elegía a Rejano para insertar en aquel Anzur de reconocimiento, se la envió al
director de la Revista Mexicana de
Cultura, suplemento cultural de El
Nacional, de Méjico, de que Rejano había sido su directos algunos años. Aquel
suplemento cultural mejicano, a diferencia de lo que ocurrió en nuestra villa,
sí le consagró un monográfico (aunque eran solo ocho páginas, lo fueron de un
tamaño descomunal, 58 cms. de altura y 40 cms. de ancho) con diversas
colaboraciones, entre ellas de Francisco Ayala, figurando como broche en último
lugar el poema de Cabello “Elegía a Juan
Rejano (Muerto en el umbral del retorno)”.
Publicó en 1931 Siluetas de Mujeres Pontanenses
(imprenta de Manuel Aguilar Morales), con prólogo en verso de Rodolfo Gil y
epílogo –también en verso– de Agustín Rodríguez, donde rinde tributo de belleza
y admiración a ciento veinte pontanensas de su tiempo y que concluye con un
simpatiquísimo
“A la que no esté, perdón
la pide este
siluetero;
si se quedó en el
tintero,
fue un olvido, no
intención”.
Más
tarde en 1976, de la mano de la Cofradía de Jesús Nazareno, publicó sus Loas al Nazareno, una recopilación de
plegarias y sonetos dirigidos al Patrón de Puente Genil y encabezados por su
himno, musicado por el Rvdo. Padre Alejandro Rojas Tobes. También Pepe Arcos (Misericordia, Señor y Perdón, mi Dios) o Germán Sanchís
Morales (Plegaria a Nuestro Padre Jesús
Nazareno) pusieron música a las composiciones de Cabello. En 1977, formando
parte de ese ingente (ojalá que repetible) cuerpo literario-cultural que fue la
Colección Anzur, y constituyendo su
volumen III, publica Cancionero del Genil,
toda una declaración de amor a su pueblo, y en 1999, gracias al Ayuntamiento de
la villa sale a la luz su obra póstuma Dios
(poemas sobre la Divina Presencia), que el autor acabó de escribir sobre
1980 y sobre la que siempre opinó, según confiesa su hijo José Manuel Cabello
Cobos, que era sin duda su mejor obra.
HIMNO A JESÚS NAZARENO
Jesús Nazareno, Padre
justo y bueno,
que estás en la
cumbre de Puente Genil
como un centinela,
vigilando atento
que del mal el viento
no le haga sufrir.
¡Guarda las ovejas de
este tu redil!
Como hormigas, van y
vienen
los pontanos a tu
ermita,
que tanta fe en tu
amor tienen
que a tus pies ponen
sus cuitas.
¡Imán es tu mirada,
que nos atrae!
Nuestra alma,
desgarrada, a tus pies cae,
que al ver la gran
tristeza
de tu semblante,
por el dolor tremendo
de tu martirio,
Puente Genil entero
gime tremante
de cruel delirio.
¡Y cuando en el arco
estás
dispuesto a bajar al
pueblo,
qué inmenso gozo,
qué inmenso gozo nos
das!
El Día de la Cruz de
1999, el Cofrade Mayor de la Pontificia y Real
Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Luis Fernando Gómez de Cisneros, solicita al Iltre. Ayuntamiento la
rotulación de un espacio público en reconocimiento a José Cabello y Cabello. Puente
Genil le reconoció su valía de hombre de bien, de poeta y colaborador
incansable con la lírica, la cultura y la Semana Santa pontanesa, rotulando un
paseo con su nombre en la zona de expansión de la villa alrededor del I.E.S. Andrés Bojollo.
Falleció en Puente Genil el 9 de
agosto de 1989, estando -ya desde entonces- pendiente de estudio y publicación
una parte importante de su obra poética. Al ver la luz el último de sus poemarios "Corazón Adentro), quedan aún inéditos Luz en el camino (romances); Junco florido (poemas); Cien
sonetos sacros y profanos; Paisajes
del hombre (poesía); Paradigma del
hombre (poesía) y Frente al mar
(poemas marineros).
Puente Genil es –y ha sido desde tiempo inmemorial– un foco de cultura
y entendimiento. Con la mencionada publicación de Corazón Adentro hemos ampliado el acervo cultural
de la villa que, obviamente, no debe quedarse estancado, sino incrementarse con
nuevas aportaciones, al tiempo que rescatamos del olvido el legado literario de
quienes nos precedieron; una labor que es, que deber ser, de todos. Pues bien,
vamos a ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario